Ayer nos levantamos a las 8:30 y
a las 9:00 desayunamos.
Seguimos nuestra rutia daría (fregar os platos, ordenar
tiendas, oración…). Nos contaron el evangelio y asociamos el lema del día era
“sinceridad”.
Hicimos las tareas relacionadas a cada grupo (pabellón, agua
baños,…).
A las 11:00 empezamos el juego de ambientación por mesas, para que
fuésemos conociendo a los personajes que nos acompañarán este campamento. Luego
para descubrir si nos habíamos enterado y ganar puntos, nos hicieron 10
preguntas relacionadas con los mismos. A continuación nos pusimos a jugar a
juegos generales, pero la lluvia no nos dejó acabarlos.
Fuimos al pabellón y nos
explicaron la pequeña guerra de agua que íbamos a hacer, que coincidió con un
poco de lluvia que nos ayudó para mojarnos un poco más. En ésta, acampados como
Blanca Urquizu y monitores como María Velilla, Jose y Pablo Abadía no salieron
muy beneficiados.
Poco a poco empezó a llover más
fuerte y el pabellón volvió a salvarnos de un gran chaparrón. Permanecimos en
éste aproximadamente unos 15 minutos, 15 minutos largos y muy fríos.
Subimos a las tiendas a
cambiarnos, aunque la lluvia no paró hasta después de comer.
En el tiempo libre las mentes
privilegiadas de Carlos Remón y Rubén Leal intentaron recolocar el mástil con
tres o cuatro ramas de árbol, cosa que no consiguieron.
A las 16:00 comenzamos los
talleres en los cuales Remón y Remacha nos sorprendieron con su arte y su
ZUMBA.
Después merendamos y nos
separamos por clanes para hacer juegos todos los componentes de los mismos. Una
hora después nos subimos a cambiar de ropa
(nos pusimos de largo) y comenzamos la actividad por edades.
A continuación preparamos la voz
para la misa que hubo después. Y tras una larga espera llegó la cena. El juego
nocturno fue raro, tuvimos que demostrar nuestras habilidades para una obra de
teatro que representarían en los días posteriores.
Para terminar....
Para terminar....
¡A DORMIR!
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